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Sobre la Marca

Desde pequeña, crecí entre telas, percheros y clientas en busca del vestido perfecto. La tienda de mi madre y las de mis tías fueron mi primera escuela. Entre risas y juegos con muñecas vestidas con ropa de bebé de las tiendas, absorbí sin darme cuenta los secretos del comercio y el gusto por la moda.

Años más tarde, mi camino me llevó a un banco, donde descubrí otra cara de los negocios: números, estrategias y el poder de una buena gestión. Pero la vida, sabia como siempre, me devolvió a mi verdadera pasión.  

Abrí mi propia tienda, y como muchos en el negocio, comencé importando mercadería de Panamá, pronto me di cuenta de algo: la calidad no era suficiente para diferenciarme. Necesitaba algo mejor. Fue entonces cuando di el siguiente paso y comencé a importar desde Estados Unidos, un gran avance, no solo para mi negocio, sino también para muchas otras tiendas que empezaron a confiar en mí como su proveedora.

Empecé a vender al por mayor, y por un tiempo, parecía que tenía la fórmula perfecta. Pero luego me enfrenté a una verdad que muchas mujeres en este negocio conocen muy bien: un buen producto no siempre es fácil de encontrar.

Como muchas dueñas de boutiques, pasé por la frustración de ver cómo la competencia vendía lo mismo, cómo los clientes buscaban calidad pero se encontraban con lo de siempre, (ropa de Los Ángeles), sabía que si quería crecer, necesitaba algo mejor.

Pero cuando buscas algo incansablemente, la vida siempre te pone en el camino correcto. En un viaje a Italia para visitar a mis suegros, sin planearlo, me encontré con una oportunidad que reconocí al instante. Ahí estaba, justo frente a mí: la moda italiana, con su calidad inigualable, sus diseños exclusivos y ese sello de elegancia que simplemente no se encuentra en otro lugar.

Supe en ese momento que esto era lo que tanto mis clientes como yo necesitábamos, la clave para que sus tiendas dejaran de competir por precio y empezaran a enamorar por su diferenciación. No lo dudé ni un segundo. Hice todo lo posible para traer esa moda a nuestro mercado y, desde entonces, no solo importo prendas, importo la esencia de la moda italiana para ayudar a boutiques como la tuya a destacarse y crecer con seguridad, mis clientas comenzaron a notar la diferencia.

Después de un tiempo, me di cuenta de algo que cambió todo. Aunque tenía un excelente producto, había algo más que frenaba el crecimiento de las boutiques: la falta de acompañamiento estratégico. Tener las prendas correctas es solo una parte de la ecuación, pero saber cómo venderlas, cómo diferenciarlas y cómo convertir una tienda en un negocio sólido, era el verdadero secreto.

Fue ahí donde nació lo que hoy es Lady Looks: una empresa creada para que boutiques y tiendas de moda no solo tengan acceso a prendas italianas exclusivas, sino también a un método probado que les ayude a diferenciarse, vender más y crecer con seguridad.

Yajaira Torres

Propietaria de Lady Looks